sábado, 24 de abril de 2010

Kristen Bell (Forgetting Sarah Marshall)


Comedia Romántica. Comedia Dramática / SINOPSIS: Peter Bretter (Jason Segel), un músico que lucha por darse a conocer, lleva seis años con su chica, la estrella de televisión Sarah Marshall (Kristen Bell), a la que idolatra. Es el típico chico que guarda el bolso de la actriz mientras los paparazzi le hacen fotos, o al que ella olvida incluir en los agradecimientos cuando le dan un premio. Pero nada de eso importa mientras está con ella. Por desgracia, el mundo de Peter se derrumba cuando Sarah le deja y se queda solo. Su primera reacción es intentar sin éxito convertirse en un mujeriego. A continuación tiene una crisis nerviosa en el trabajo, y se da cuenta de que estar sin Sarah puede destrozarle la vida. Decidido a recuperar la salud mental, decide irse a Hawai, donde deberá enfrentarse a la peor pesadilla: su ex y su nuevo novio, un roquero inglés muy moderno llamado Aldous (Russell Brand), están en el mismo hotel.

Crítica: Hace exactamente una semana me encontraba cómodamente sentado en la butaca del cine disfrutando de la escultural belleza de Kristen Bell, una actriz, que como mis más ávidos lectores sabrán, nunca estuvo muy ligada a mí; sin embargo, se ha encargado de transmitirme sensaciones únicas ante cada aparición suya en la pantalla grande. Pero no estoy aquí para humillarme por apreciar a una actriz sin haberla seguido en demasiadas películas ni mucho menos en su conocida (y prácticamente olvidada) serie televisiva hace unos años atrás; sí, estoy hablando de "Veronica Mars". Francamente nunca tuve interés por el mencionado programa, pero confieso que en más de una ocación sentí curiosidad por saber de qué trataba, o al menos, la razón de su rotundo (aunque no tan prolongado) éxito.

La serie tuvo algunas temporadas, las cuales duraron un par de años; luego, como es costumbre en la mayoría de los casos, se terminó. Los que hayan sido seguidores sabrán el motivo, yo por mi parte, solo sigo a Kristen en su trayectoria cinematográfica; y si bien todavía no he visto todas sus películas, últimamente las he estado buscando desesperadamente debido a mi insaciable obsesión hacia su atractivo físico, perfectas curvas y hermosas facciones de su rostro, sin olvidar su encantadora sonrisa y sus cautivadores ojos.

Y si la semana pasada se logró el flechazo entre Kristen y yo mientras la veía en "Couples Retreat", confieso que el jueves por la noche (luego de haber planificado detalladamente días atrás) decidí volver a ver la divertida y conmovedora (?) comedia romántica (¿o drama romántico?); olvídenlo... el punto es que rebusqué entre mis viejos DVDs a "Forgetting Sarah Marshall" y opté por ocupar dos horas de mi solitaria noche para volver a deleitarme con las abundantes escenas donde Kristen aparece en bikini y en los provocativos (y constantes) momentos sexuales que tiene con su novio Aldous.

Como es costumbre, me quedé completamente hipnotizado ante ella... me encanta mirarla y escucharla, tiene una belleza indescriptible, única, excepcional; y eso no es todo, también es adorable y simpática; aunque seria si el libreto lo requiere. Personalmente no me gusta ver a una actriz como ella en un papel como el de la serie televisiva que interpretaba en la película. Disfruté mucho más de Kristen en el rol que le asignaron para la verdadera historia detrás de ese show, y esa fue una de las razones principales por las que me llegó tanto el mensaje de "Forgetting Sarah Marshall", porque al igual que "(500) Days of Summer", jamás se sintió artificial, manipuladora o predecible.

Aunque es cierto que ambas comedias románticas se valieron de abundantes clichés para -al mismo tiempo- insertar su propio estilo y establecer su propia fórmula, y lo interesante del caso es que los directores (tanto Nicholas Stoller como Marc Webb) supieron que la mejor manera del llegar al público no reside precisamente en qué tan innovador sea el argumento sino de qué manera se cuenta la historia, y es allí donde ambos lograron sacarle el máximo provecho al relato y lo más importante, a sus personajes. Las escenas de las posiciones sexuales que realizan Sarah y Aldous me parecieron extremadamente divertidas (y excitantes), sin olvidar el momento en que Sarah finge tener un orgasmo para darle celos a Peter.

Pasando al elenco (dejando momentáneamente de lado a Kristen Bell), mencionaré la estupenda y sobre todo, creíble interpretación de Jason Segel (que también fue responsable del guión). Su personaje no pudo lucir más realista; es fascinante observar su evolución sentimental durante el desarrollo de la trama, creo que Segel tiene un gran potencial para el género y hace poco más de un año lo demostró en "I Love You, Man" (donde se destacó junto a Paul Rudd, que también tuvo una pequeña participación en esta película). Russell Brand hizo de las suyas en su papel del moderno roquero inglés y al mismo tiempo, novio de una famosa estrella de televisión, cuya relación aparentemente perfecta, se iba desmoronando cada vez más.

Luego tenemos a buenos comediantes como Jonah Hill y Bill Hader en papeles secundarios, cuyas hilarantes escenas bastarán para complacer a su grupo de seguidores y claro, también a los espectadores casuales. Sobra decir que, al igual que en la mencionada película de Marc Webb, me identifiqué plenamente con el protagonista y también con la terrible situación emocional por la que atravesaba; como mis fieles lectores sabrán, soy de llorar constantemente y de ponerme triste o deprimirme con facilidad. Básicamente Peter Bretter es el retrato perfecto para describir una importante faceta en mi personalidad, el amor. Por cierto, me parecieron sencillamente brillantes algunas canciones de la película, desde el musical de Drácula compuesto por Peter, hasta el single "Inside of You" de Aldous; con letras simples y directas, pudieron, de alguna manera, capturar la esencia del amor en su sentido más absurdo y honesto, y francamente valoro mucho más la sencillez de esas canciones, que los aburridos e interminables musicales con demasiado "arte" de por medio, exceptuando obras maestras como "Moulin Rouge", por supuesto.

No me gustaría revelar ninguna escena en particular, pues creo que "Forgetting Sarah Marshall" merece ser vista sabiendo lo menos posible sobre ella; aunque creo que a estas alturas eso podría sonar algo estúpido, pues la película se estrenó hace casi dos años y probablemente muchos de los seguidores del género ya se habrán topado con ella. Sin embargo, aún creo conveniente darles una entusiasta recomendación a los espectadores cansados de las añejas fórmulas que se han venido implementando y exhibiendo hasta el cansancio en innumerables y mediocres comedias juveniles, cuyas principales fallas no solo fueron su floja historia, blando mensaje, gastados chistes y estereotipos en vez de personajes... sino más bien la falta de pasión a la hora de ejecutar cada uno de esos conceptos.

Creo fervientemente que el futuro del género se encuentra en directores como Nicholas Stoller (o quizás Judd Apatow), quienes tal vez no sean extremadamente talentosos, pero que al menos son lo suficientemente capaces de entregar un producto digno y una película decente para los espectadores que busquen algo más que vacío y olvidable entretenimiento. Y si una película pudo ser memorable (aún con sus infaltables errores), creo que merece nuestro tiempo y apoyo; después de todo... ¿Cuántas comedias logran combinar y balancear tan bien el drama con la comedia? ¿Cuántas actrices pueden ser sexys y a la vez, mostrar una pizca de su talento sin lucir forzadas o sobreactuadas? Mis respuestas serían: "Forgetting Sarah Marshall" y Kristen Bell. Supongo que con esto ya los habré convencido; y si no, de alguna manera me logré convencer otra vez pues ya estoy planeando volver a verla. Quizás la próxima semana...

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