miércoles, 12 de mayo de 2010
Una de las mejores actuaciones de Scarlett
Hoy por la tarde volví a ver Keane (como lo había prometido en el post anterior), aunque previo a ello, decidí descargar otra película con mi actriz favorita, Girl With a Pearl Earring; la vi casi a finales del año pasado e incluso había dejado una pequeña nota al respecto. En fin, se trata de un excelente drama de época protagonizado por Scarlett Johansson, Colin Firth, Tom Wilkinson y Cillian Murphy; recuerdo que al verla por primera vez quedé encantado por sus atributos visuales.
La fotografía fue perfecta, el diseño de vestuario estuvo minuciosamente cuidado, los detalles en la recreación del Siglo XVII me sorprendieron debido a lo realistas que lucieron. Y si bien he coincidido con muchas críticas personalmente creo que "Girl With a Pearl Earring", más allá de su elegancia visual y su brillante elenco, la que logró destacarse plenamente fue Scarlett Johansson.
Su personaje de Griet posee todas las características que tuvo (o pudo haber tenido) dicha joven; el espectador la observa detenidamente, atento a sus expresiones faciales (pues de allí afloran las verdaderas emociones que pretende transmitir la película), para cuando llegue el momento de la escena clave (cuando Johaness Vermeer decida pintarla) estémos tan profundamente dentro de su "piel" que hasta podamos sentir su temor e inseguridad ante tal privilegio.
Un aspecto importante de ello sería la diferencia de clases sociales entre ambos, Vermeer era un pintor que encontró la máxima inspiración (por así decirlo) en Griet, una joven de familia pobre que se ofreció a trabajar en la casa del artista como parte de la servidumbre. Como era de esperarse, surge una relación secreta entre ambos, y tanto la esposa como la suegra de Veermer empiezan a sospechar de que algo ocurre entre ellos.
La verdad que me cuesta analizar objetivamente una película aparentemente sencilla pero interiormente compleja puesto que nunca he sido un auténtico crítico, sino más bien un simple aficionado con ganas de ver buen cine y dar su opinión al respecto. Por eso siempre he encontrado difícil explicar detalle por detalle los enredados argumentos de las películas de época, ya sean épicas de acción o dramas románticos. Afortunadamente tuve cierta facilidad para digerir un filme como este, pues no presenta grandes dificultades ni retos imposibles.
Ante todo, "Girl With a Pearl Earring" parece un cuadro en movimiento; la perfección de sus imagenes y el tremendo cuidado que prestaron a los detalles como escenografía, vestuario, fotografía y todo lo referente a la ambientación (incluyendo una banda sonora sublime y exquisita) esta película resulta sobresaliente en cada aspecto.
Prestar singular atención al momento en que Vermeer pinta a Griet en lo que finalmente se convertiría en su famosa obra (que la película lleva como título), la manera en que Griet se muerde suavemente los labios y utiliza una mirada tan profunda que parecía como si lo mirara al alma... en esa breve escena tuve una sensación de placer tremenda, y es que me fascina ver a Scarlett en personajes como este.
El elenco realizó un trabajo maravilloso; Colin Firth es un actor que ganó mi respeto gracias a dos excelentes comedias románticas "Bridget Jones' Diary" y "Love Actually"; acá no lo vemos como el simpático protagonista de las mencionadas películas, sino como un hombre con pasión por el arte.
Tom Wilkinson hizo otra magnífica actuación, pero su papel me pareció tan odioso que quizás no lo pude apreciar con la misma intensidad que en "Michael Clayton". Cillian Murphy estuvo detestable en "Red Eye" (junto a Rachel McAdams) y con el personaje secundario (Pieter) que le otorgaron en esta, me puso a pensar en dos cosas; la primera, su talento se vió desperdiciado (cosa que siempre uno lamenta con los buenos actores) y la segunda (al menos para mí fue positivo), me alegró haberlo visto tan poco tiempo en pantalla porque francamente nunca me agradó su forma de actuar.
Del resto del elenco no puedo decir mucho, salvo que realizaron un estupendo trabajo y lograron mantener esa ilusión latente durante toda la película, ya sea creyéndonos a sus personajes o asociándolos con la época. La película nunca se vuelve aburrida, cuidando el ritmo y evitando decaer pero sin pasar de una escena a otra en forma apresurada, sino pausadamente para ir acompañando nuestras emociones.
En este punto coincido con mi crítico favorito (Pablo del Moral): La fotografía hace que cada escena parezca una pintura, mediante las luces, los colores y la misma textura y composición de las imágenes. En mi humilde opinión, creo que esta película rebasó todas mis expectativas; todavía recuerdo cuando mi único interés en verla era la presencia de Scarlett Johansson, y cuando la había acabado de ver me di cuenta de que no sólo disfruté de ella, sino de todo lo que se ocultaba detrás.
Así que fue un placer repetir esta fascinante experiencia, que no necesitó de largos discursos ni de aburridos e interminables diálogos para hacernos entender su humilde propósito, bastó con una simple mirada o una expresión que reflejara la más pura humanidad para comprender el valor artístico de la obra de Veermer y de la bella joven que accedió a posar para él. Definitivamente una de las mejores actuaciones de Scarlett Johansson; muy recomendada.
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