Han pasado ocho años desde que Harry Potes y la piedra filosofal echó a andar la serie de películas de Harry Potter y, en ese entonces, el director Chris Columbus declaró que había buscado chicos británicos por mar y tierra para que interpretaran a los tres aprendices de mago principales de la serie: Hermione, Harry y Ron Weasley.
Entonces preadolescentes, Watson, Daniel Radcliffe y Rupert Grint fueron seleccionados no sólo porque Columbus pensó que tenían la madera de actor necesaria para el trabajo, sino también porque consideró que podían manejar las presiones de crecer como estrellas de cine.
Emma Watson jura que nunca dudó de su capacidad para interpretar a Hermione, pero tampoco sabía en lo que se estaba metiendo. "Eso es lo chistoso: yo nunca me di cuenta de que iba a ser famosa", afirma.
"Sólo estaba haciendo pruebas para conseguir un papel. En lo que se refiere a interpretar a Hermione, me encantó su personaje y simplemente sentí que yo podría ser ella. Chris Columbus me dio mucha confianza. Así que en ese sentido yo estaba muy confiada".
"Pero, francamente, nunca llegué a captar el aspecto de la fama", continúa. "Cuando estamos haciendo una película vivimos en una burbuja y no nos damos cuenta del impacto que está teniendo en el mundo.
Es en los estrenos o cuando alguien se me acerca y está enormemente emocionado, cuando me doy cuenta de que soy famosa. Pero se me olvida todo el tiempo."
Ahora con 19 años, Watson está de nuevo en acción en Harry Potter y el misterio del príncipe.
Es el sexto año en la Escuela Hogwarts y Harry, Ron y Hermione deben vérselas con sus descontroladas hormonas, horcruxes que confieren la inmortalidad y el fallecimiento de un mentor, al mismo tiempo que arman el rompecabezas del pasado del malvado Lord Voldemort.
"En esta película, el papel de Hermione tiene mucho que ver con su relación con Ron y con esta nueva chica llamada Lavender (Jessie Cave), que se siente atraída por Ron", señala Watson.
Así que en gran medida se trata de lo mucho que ella desprecia a Lavender", agrega Watson, "pues no sólo le está quitando a Ron, sino porque ella es lo opuesto de lo que es Hermione".
Acerca del final de la saga, ambientado 19 años después y que revela que Hermione y Ron se casaron y trajeron al mundo a dos bebés, Watson dice: "¿Mi reacción? Yo me emocioné. No creo que Rowling lo hubiera podido hacer mejor.
Concluyó perfecto. Hermione terminó con Ron y eso me encantó, hasta el nombre de los hijos de Hermione y Ron... Rose y Hugo fueron la decisión perfecta. De hecho me hizo llorar mucho", agrega.
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