sábado, 18 de julio de 2009

Emma Watson: Volvió el amor... y la obsesión

Quien me conozca, sabe que me gustan una gran cantidad de actrices y en la mayoría de los casos, ese gusto se vuelve excesivo, tanto, que se transforma en una irrefrenable obsesión. Lo que pocos saben, es que a comienzos de mi pubertad y al haber estado sumergido en una soledad abrumadora, surgió un auténtico sentimiento en las profundidades de mi corazón.

Era el 2004, yo estaba a mediados de los 12 años y había comenzado una época de cambios notables tanto en mi cuerpo como en mi personalidad, me sentía extraño (como cualquier otro pre-adolescente), pero en lo profundo de mi ser, sabía que algo más estaba oculto, y ese secreto fue revelandose a medida que transcurrían los días...con los cuales pude ir entendiendo, de a poco, lo que me estaba sucediendo.

Como es bien sabido, mi mayor influencia en la vida son las peliculas, y no fue extraño que al estrenarse "Harry Potter y el Prisionero de Azkaban", me enamorara profundamente de la protagonista, ese puesto era el de Hermione Granger, mejor conocida como Emma Watson. En esa época ella rozaba los 14 años y yo me encontraba dos escalones por debajo de su edad, lo cuál no era necesariamente un problema, sino una simple diferencia.

El amor me había llegado por primera vez, Emma Watson fue la que dió inicio a esta gran cadena romántica que se extendió a lo largo de los años y hacía que me enamore de actrices a quienes apenas conocía, si no hubiese sido por ella, viejos amores como Hilary Duff, Lindsay Lohan e incluso Mary-Kate y Ashley Olsen...hubieran pasado desapercibidas.

Volviendo al tema de la pelicula, la tercera entrega de "Harry Potter" siguió la misma línea que sus predecesoras e incluso (sus sucesoras), lanzando el álbum de figuritas como parte de la campaña publicitaria. Quizás la única razón por la que compraba las figuritas era por Hermione, ni siquiera me interesaba completar el álbum o ganar el premio, mi objetivo era simple: Alimentar ese amor incontenible y esa obsesión extrema hacia una actriz que me volvía completamente loco.

El sentimiento de amor que se iba incrementando en mi corazón, perduró unos meses (cuatro, aproximadamente), luego...Emma Watson fue sustituida por un centenar de actrices que se encargaron de llenar ese vacío sentimental con el que, desafortunadamente, me había tocado nacer. Pasaron los años, y mi "Hermione" quedó practicamente en el olvido; al estrenarse "Harry Potter y el Cáliz de Fuego" en el 2005, el amor encendió una pequeña llama en mi corazón, pero no lo suficiente como para retomar el viejo romance del año anterior.


Más adelante llegó "Harry Potter y la Órden del Fénix", ya estabamos a mediados del 2007, Hermione seguía gustandome y aún podía apreciarla en pantalla mientras visualizaba la pelicula, pero solo durante los 140 minutos de duración, lo cúal, hasta hoy en día, me duele profundamente. Ninguna de las mencionadas cuarta y quinta entregas de la saga llegaron a estrenarse en los cines de mi país, sino que fueron lanzadas directamente a DVD, por problemas de piratería con la empresa distribuidora "Warner Bros".

Al parecer, mi mentalidad de puberto nunca volvería y según mi pesimista visión de la vida...todo indicaba que jamás volvería a ver a Hermione en pantalla grande. Todo eso cambió cuando me enteré que "Harry Potter y el Misterio del Príncipe" llegaría a los cines de mi país y el estreno sería mundial (15/06/2009), lo cuál me emocionó tanto que nuevamente comencé a investigar sobre Emma Watson; cada día me enteraba de alguna noticia relacionada a ella o al rodaje de la pelicula, gracias a ellos supe que está comenzando a incursionar en la moda, también desea estudiar en la universidad y tener algo de intimidad ocultandose en el anonimato...sin mencionar otros pequeños detalles que he descubierto.

Luego de unos meses de intensa emoción, llegó la esperada fecha de estreno. Me desperté, me dí una buena ducha y me puse la mejor ropa que tenía a mi alcance, fuí directamente al cine a comprar mi entrada y tuve el privilegio de ser uno de los primeros en ingresar con mis infantables compañeros: las palomitas de maíz y una coca-cola. Me ubique en la mejor butaca de la sala y me preparé para reencontrarme con mi primer amor; la película comenzó, estaba Harry, luego Dumbledore, despúes Horace Slughorn, Ginni Weasley (junto a su madre y Ron), y al transcurrir exactamente los 15 minutos, al fín...pude apreciar la mágica belleza de Hermione, de la cúal disfruté enormemente durante los 153 minutos de la película.

Cuando Hermione reía, yo reía; cuando Hermione lloraba, yo lloraba; cuando Hermione se asustaba, yo me asustaba; cuando Hermione estaba enamorada de Ron...yo lo estaba doblemente de ella. Y así, toda la pelicula me pasé teniendo una conexión especial con su personaje, mi corazón latía fuertemente (hasta podía alcanzar oír sus latidos), sin mencionar que me era imposible parpadear o mover un músculo; me encontraba petrificado en la butaca, desde la primera aparición de Hermione quedé boquiabierto, mis ojos aumentaron de tamaño, en mi mente solo había espacio para una sola persona y creo que a estas alturas ya se imaginan a quien.

Al aparecer los créditos finales (Directed by "David Yates") quedé tan fascinado que inmediatamente averigué los horarios para la próxima función, enloquecí hasta tal punto que llegué a ir cuatro veces al cine. La sexta película me pareció la mejor, incluso ligeramente superior a "El Prisionero de Azkaban".

Nunca pensé que la dulce y tierna Hermione Granger se iba a robar mi corazón al verla en "Harry Potter y la Piedra Filosofal", allá por el año 2000. Tampoco al verla en "La Cámara Secreta"; fue recién en la tercera entrega (y a comienzos de la pubertad), que el amor llamó a las puertas de mi corazón, el cúal estuvo cerrado durante años, hasta que conoció a la hermosa y maravillosa...Emma Watson.

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