Ni tan estrella como Nicole Kidman, ni tan fugaz como para no poder admirarla: así es Sandra Bullock, espontánea chica que con su talento y belleza conquistó el nivel medio de Hollywood sin subir nunca a la élite de élites.
No es antojadiza esta visión de Bullock. Sin una sola nominación a los premios Óscar y dos infructíferas nominaciones al Globo de Oro (por Miss Simpatía) y otros éxitos taquilleros como "Máxima Velocidad", cualquiera apostaría que Bullock ha naufragado en Hollywood.
Nada más alejado de la realidad: Bullock, de 44 años de edad, es una diva que ha triunfado a su manera.
Como muestra de ello tenemos una prueba reciente: su nuevo filme, una comedia romántica llamada The Proposal (La Proposición) lleva recaudados $83 millones en la taquilla estadounidense (...y contando), logrando ubicarse en los primeros lugares. Es decir, Bullock tiene ‘pegue’ y no es la primera vez que es imán de millones.
De hecho, en la última lista publicada por la revista Forbes , Bullock se ubicó como la sexta actriz mejor pagada de Hollywood, al ganar $15 millones solo en el 2008.
Sin embargo, a pesar de esta monetaria prueba de popularidad, a Bullock parece no importarle cómo logró consagrarse en un medio tan competitivo como el mercado cinematográfico estadounidense.
“No me importa para nada mi estatus de celebridad. Mi estatus ha sido noqueado del pedestal demasiadas veces. Si no generas los resultados que la gente espera que generes, enseguida noquean tu estatus, aunque no te guste”, dijo la actriz en una entrevista que le hizo Fabián Waintal para La Nación .
Pero, ¿dónde radica el atractivo de la polifacética Bullock? En dramas, comedias románticas, acción y trágicos suspensos. Sandra Bullock ha convencido a decenas de directores con su dulce rostro y su capacidad de transformar una suave escena en un triste o violento desplante.
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