En la 82ª edición de los Oscar hay dos candidatos de las principales categorías que llevarán días ensayando ante el espejo el gesto de sorpresa cuando su nombre sea pronunciado en el Kodak Theatre. Christoph Waltz como mejor actor de reparto y Mo'Nique como mejor actriz de reparto. No hay apuesta que no les dé como ganadores.
Con la actriz que da vida a la madre despiadada y despreciable de Precious comparten nominación Vera Farmiga y Anna Kendrick (Up in the Air), Maggie Gyllenhaal (Crazy Heart) y nuestra Penélope por el apasionado papel de amante de Daniel Day-Lewis en Nine.
Y como es gratis, nada impide soñar siquiera por un segundo que Cruz podría disputarle la estatuilla a Mo'Nique. Si la lograra, la de San Sebastián de los Reyes se convertiría en la primera actriz en lograr dos veces seguidas el galardón como mejor actriz de reparto.
Aunque la realidad se impone (y en este caso también la justicia). Mo'Nique, una humorista con su propio show en la televisión de EE.UU., ha logrado antes de la noche de los Oscar el Globo de Oro, el BAFTA, el premio del Screen Actors Guild, además de otro puñado de premios concedidos por círculos de críticos.
Poco tiene que hacer Pe. Pero no será difícil que lleve bien la derrota. Al fin y al cabo, la suya es la única candidatura a los Oscar de un reparto femenino de vértigo que incluye a Nicole Kidman, Marion Cotillard o Kate Hudson.
Al fin y al cabo, ha sido considerada la más elegante de los últimas dos décadas de Oscar.
Al fin y al cabo, se puede permitir rechazar un papel en la próxima de Lars von Trier, Melancholia, porque formará parte del reparto de la cuarta de la exitosa saga de Piratas del Caribe y las fechas no cuadran.
Al fin y al cabo, ya suma tres nominaciones a los Oscar, tras Volver y Vicky Cristina Barcelona.
Al fin y al cabo, esto es Hollywood.
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