Megan Fox y Shia Labeouf regresan esta semana con la segunda entrega de Transformers, una trama de robots que deleita a los adolescentes y donde la actriz pone el acento sexy durante un filme que no ha visto porque afirma que tiene fobia de ver sus imágenes.
"Por lo general no me veo. No veo lo que salió. Ni siquiera veo las fotos, tengo fobia de eso", dijo esta actriz considerada uno de los rostros más hermosos de Hollywood y que se dio a conocer en 2007 con la primera película de Transformers, que recaudó en el mundo entero más de 708 millones de dólares.
Este miércoles es el estreno mundial de Transformers: Revenge of the Fallen -incluso en Latinoamérica y España-, por lo que el elenco acompañado por el director del filme Michael Bay (Pearl Harbor, 2001) ofreció una conferencia de prensa en Beverly Hills para contar algunos detalles sobre esta historia de más de dos horas y unos 200 millones de dólares de presupuesto.
En Transformers - La venganza de los caídos -como titularán en algunos países en español-, abundan imágenes de explosiones de íconos culturales del mundo en medio de batallas entre Autobots y Decepticons.
Pero también llaman la atención los papeles particularmente sensuales de Megan Fox y la joven actriz australiana Isabel Lucas, que hasta en las luchas más inverosímiles aparecen derrochando sensualidad y explotando sus mejores ángulos físicos.
Ese aspecto que despertó varias preguntas de los periodistas no supuso ningún inconveniente para el director de esta cinta con un argumento perdido entre amasijos de hojalata: "Es lo que llaman diversión de verano. Una película de robots", y de ninguna manera es una película "sexy" en las escenas con Fox, defendió el director.
Una de las primeras escenas con Megan Fox empieza con un acercamiento al cuerpo de la actriz vestida con un mini short sobre una moto
"El personaje es sexy, pero las mujeres en las películas son sexy, especialmente en las películas de Michael (Bay). Él sabe como hace películas para llevar a la gente a los cines y eso es parte de la fórmula", dijo Fox, que a sus 23 años demostró conocer la esencia de la fábrica de películas concebidas para generar millones de dólares en el corazón de Hollywood."Uno no tiene el concepto de lo que se va a ver al final de todo. Mike (el director) te puede decir cosas, jurarte cómo vas a quedar (...)", contó Shia Labeouf sobre el desconocimiento de cómo será el producto final después de filmar tantas escenas con efectos especiales.
Este actor de 22 años, con reputación de ser una promesa para el arte del cine, envió sus declaraciones por escrito a la conferencia de prensa de esta película con un guión para robots.
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