domingo, 24 de enero de 2010
Sufrimiento emocional, tortura psicológica y deterioro mental
Mi vida no es fácil, despertarse cada mañana supone todo un desafío... quien diga que estar encerrado en una oscura habitación todo el día -rodeado de cuatro demenciales muros- y alejado completamente de la "civilización" sea sencilla, pues indudablemente no sabe lo que significa -e implica- ser yo. Decidí escribir esto porque mi paciencia llegó al límite; hoy, como cualquier otro día de mi miserable, triste y solitaria vida, me propuse a descargar "Sunshine Cleaning", una comedia protagonizada por Amy Adams (y un elenco restante que francamente no me interesa, salvo por la agradable y talentosa Emily Blunt). Sinceramente lo que me acaba de suceder fue la gota que colmó el vaso... me pasé toda la tarde visitando página tras página e intentando hallar la manera de descargarme la película; estuve aproximadamente dos horas dando vueltas por incontables sitios solo para decepcionarme aún más al visitar otro.
Cuando finalmente creí haber encontrado el reproductor adecuado, la comencé a descargar; estuve toda la tarde esperando ansiosamente a que llegue la noche para poder verla e imagínense mi decepción tras (seis horas de árdua espera) que la película tan solo se haya podido ver dos minutos y medio.
Paciencia... que voy a hacer; no soy más que un inútil bueno para nada. Ser yo es extremadamente difícil, uno debe entregar su vida a lo que realmente le apasiona: Las Actrices. No hay un día, una hora, un minuto o un segundo en que no piense en ellas o no esté pendiente de sus noticias. La noche del domingo pasado sufrí inconteniblemente durante los Golden Globes, pues practicamente no había visto ninguna de las películas mencionadas (y premiadas)... para una persona normal puede resultar lo más insignificante del mundo, pero para un verdadero cinéfilo o para un auténtico seguidor (y amante) de tantas actrices, ello puede suponer la peor tortura emocional, mental y psicológica existente en la faz de la Tierra.
Sentí como si todo el enorme esfuerzo y tantos sacrificios hubieran sido en vano, como si al final no hubiera logrado nada, y haber renunciado a tantas cosas fue sin motivo alguno. Luego tuve que soportar una tediosa semana debido a la profunda depresión que se extendió a lo largo de los posteriores días... pensé que con eso tenía suficiente, pero todo cambió al llegar el martes, cuando mi madre me dijo que debía ir nuevamente a mi sensión con un psiquiatra al que asisto hace varios años y entonces estallé -literalmente-, comencé a gritar infinidades de groserías e insultos hacia mi psiquiatra, mi padre y el resto de la humanidad; golpeaba todo lo que se encontraba a mi alcance y una furia imparable se había apoderado de mi. En ese entonces, mi madre empezó con las amenazas, de que no se atrevería a llevarme al cine el viernes -pues según ella no lo merecía-, y mi padre (idiota y entrometido por naturaleza - y sin siquiera haber presenciado los hechos) se pone de su lado y arroja más amenazas.
Le conté a mi psiquiatra lo que ocurrió, conversamos amenamente durante los 20 minutos que dura la sesión. Luego tuve que soportar casi media hora de vuelta a casa, con mi padre y sus estúpidas noticias en la radio o sus insoportables -y repetitivas- canciones. Mi depresión continuó, pero a parte, debía estar con el temor y la ansiedad hasta llegar el viernes, pues si mi madre no me llevaba al cine me volvería loco y sería capaz de quemar la casa. Afortunadamente se pudo lograr, ya que estrenó "Alvin and the Chipmunks: The Squikquel" y como mi hermana también la quería ver, mi madre finalmente accedió a llevarnos. El sábado, sin embargo, se tornó un poco más difícil el tema, ya que debía ir tres veces seguidas y en dos cines distintos, por lo cuál debía haber un -intermedio- en una de las funciones.
Para mi suerte, al menos tendría alrededor de una hora y media antes de la siguiente película y al salir del cine decidí ir a una librería llamada "El Lector" donde hace unos meses (cuando estudiaba en una clase de teatro) me había percatado de que tenían "Match Point" en DVD, una película que sin lugar a dudas me fascinó, sobre todo por la excelente actuación de Scarlett Johansson. Estúpidamente nunca se me pasó por la mente comprarla, hasta el viernes (cuando en mi clase de inglés vimos "The Island", otra película protagonizada por ella), pero al final no sirvió de nada, ni exponerme al sol durante varios minutos para llegar al sitio ni tampoco haber ahorrado tanto, pues ni bien llegué, pude notar que en la sección de DVDs tan solo tenían un par de títulos y practicamente todos eran infantiles, el resto de las películas habían desaparecido, lo cuál amablemente me explicó una de las chicas que trabajaba allí.
Inmediatamente llamé a mis padres para que me retirarán, pues el centro comercial donde se encontraba el próximo cine quedaba muy lejos y posiblemente no llegaría a tiempo si accedía a ir caminando, que por cierto, ya estaba harto por la excesiva exposición al sol. Los "desgraciados" tardaron más de la cuenta y me llevaron hasta el supermercado donde irían a hacer las compras, yo simplemente debía ir caminando dos cuadras más hasta llegar a mi destino, y así lo hice. Dí un par de vueltas por las calles, de seguro las personas que se encontraban por la zona habrán pensado que estaba loco, pues recorría los mismos lugares en repetidas ocaciones y al parecer, sin rumbo fijo. Lo hice por dos razones, la primera, era demasiado temprano para ir a comprar las entradas y quedarme sentado en la incómoda sala de espera; dos, necesitaba pensar y tratar de calmar mi inestable y mi ya deteriorada mente.
En fin, lo del sábado funcionó, vi dos veces "Saw VI" y por segunda vez "Alvin and the Chimpmunks: The Squekquel". Por la noche vi el DVD que durante la tarde había alquilado: "Observe and Report", y me volví a reencontrar con mi amada Anna Faris en una comedia particularmente bizarra y muy provocativa, donde Seth Rogen se lució en un inusual papel. Pero no se puede negar que tras mis pequeños logros cinéfilos seguía increíblemente deprimido debido a múltiples razones donde 'la horrible realidad' imperaba. Ir al cine supone mi mayor desafío semanal, la vergüenza y la timidez se adueñan de mi; y lo peor, debo asistir con una vestimenta determinada (casi siempre con unos jeans y una playera púrpura)... los viernes puedo ser más formal y elijo cualquier color, ya que al salir tengo ir a mi clase de inglés y debo evitar llamar mucho la atención ya que de por sí estoy bastante incómodo (tres horas de interminable sufrimiento), para luego soportar a mi estúpido padre con sus retrasos a la hora de retirarme y llevarme a casa... soportar sus tediosas preguntas, o sus odiosas noticias de la radio supone una pesadilla que se repite cada semana.
Pero dejémos ese tema de lado, enfoquémonos en algo mucho más desagradable. No puedo descargar practicamente ninguna película, pues al hacerlo, la misma no se puede ver completa, solo llega hasta la mitad o a veces menos... entonces la rabia, el entusiasmo caído al suelo y las esperanzas llevadas con un suspiro, se hacen presentes. No saben lo que es ilusionarse todos los días de su vida, para luego solo quedar con el corazón y los sueños rotos... como he dicho, soy una persona sencilla y nunca pido mucho, simplemente deseo ver películas y poder seguir dignamente la filmografía de cada una de mis actrices favoritas (¿Eso es pedir mucho?). Sinceramente estoy muy dolido, siento como si una espada me hubiera atravezado el pecho; ya no puedo dormir, doy vueltas y vueltas en la cama, no logro conciliar el sueño, no dejo de pensar en mis amadas actrices, cada vez estoy perdiendo más la noción del tiempo... es terrible. Voy a las tiendas en busca de un DVD que tengo mentalizado y que deseo poseer ansiosamente desde hace meses, me llevo una insultante sorpresa cuando llego y me percato de que no lo tienen, ya sea porque se ha vendido o sencillamente porque lo han retirado.
Tuve que soportar la mirada de todos e incluso las tonterías que dicen de mi cuando paso al lado de cualquiera, sé lo que piensan e incluso lo que susurran, lo puedo ver en sus ojos, me doy cuenta en sus miradas. Sucede en todas partes, no importa a donde vaya. Después, llego a casa rendido, triste, deprimido... entro a mi cuarto y me acuesto a la cama, agarro mi iPod y escucho nuevamente las mismas canciones nostálgicas de hace años, cierro los ojos pero no puedo dejar de pensar ellas. Me duele el corazón, siento que me falta algo, siento un vacío incontenible, siento que mi alma se desvanece, que mil cuchillos me atraviezan el pecho... siento que desaparezco, que no soy nadie, que no valgo nada, que nunca puedo lograr lo que me propongo. Vivo en un país donde la esperanza con las películas es nula, se debe esperar semanas, que digo semanas, más bien meses para que se estrenen las películas en el cine y ni que hablar de los DVDs... llegan practicamente todos, eso sí, muy tardíamente; en cuanto a la venta, solo estan disponibles algunos títulos y de determinadas empresas (las más difíciles de conseguir son las independientes o de no tanto renombre, es por eso que sucedió lo de "Match Point").
Debo vivir soportando la burla e insulto de todos, se ríen a mis espaldas, me critican, piensan equivocadamente de mi, me juzgan sin siquiera conocerme y un montón de cosas más. ¿Pero que sucede cuando yo le digo esto a alguien? Pues me responde siempre lo mismo: -No te preocupes, yo estaré contigo... no escuches lo que te digan, sé como eres y nunca cambies, debes ser fuerte.
Claro, es muy fácil dar consejos cuando uno no está pasando por tal o cual situación, piensa que con solo decirlo y hacerlo se logra todo, pues no es así, no todo es blanco y negro en esta vida, existe mucho más de por medio y eso es algo que al parecer casi nadie entiende. Yo soy una persona complicada, no espero que nadie nunca me comprenda... pasan demasiadas cosas por mi cabeza, sufro emocional, mental y psicológicamente cada día de mi vida, desde hace años; trato de soportarlo, trato de ser fuerte, pero al final me doy cuenta de que lo hago en vano, porque nadie puede sobrevivir sufriendo tanto. Al parecer -mirandome superficialmente- no me falta nada, lo cierto es que quizás económicamente viva bien, pero en los otros sentidos estoy más hundido que un pozo sin fondo.
A mis 17 años lloro silenciosamente por las noches, me pongo triste por cualquier evento que me ocurra, me deprimo con facilidad, busco escapar constantemente de la realidad y ni aún así lo puedo lograr... amo tanto a mis actrices, y me duele profundamente no poder ver sus nuevas películas (o algunas más antiguas) por tal o cual motivo, el hecho es que intento de todas las formas posibles pero me resulta técnicamente imposible poder seguirlas a todas, sin embargo, soy perseverante y nunca me rindo, por lo que estoy preparado para seguir sufriendo y soportando tantos días vacíos, tanta implacable soledad, tantas ilusiones y sueños envueltos en mentiras y engaños, tantos deseos hecho pedazos, tantas noches sin poder dormir, tanto amor en vano...
Mi voz se encuentra seca, mi corazón apenas late, mi sangre recorre lentamente mi cuerpo, tengo ojeras marcadas en mi rostro, mis ojos se encuentran cansados... lloro cada noche, sufro cada día, me torturo y me torturo deseando morir. Es tan difícil ser yo, es tan difícil vivir encerrado en un mundo de películas y actrices, es tan difícil enfrentar la cruda realidad y atenerse a las consecuencias de nuestro propios actos o de nuestro enfermizo estilo de vida... y conste que lo relatado es apenas una porción de lo que significa ser yo y de lo que realmente es mi vida; no quiero imaginar lo que será escribir mi biografía o lo que significó mi niñez, mi pubertad y mi actual (y casi finalizada) adolescencia -ya en fase de juventud-. No sé que me depara el futuro, solo espero que no más dolor ni sufrimiento, porque de ser así, soy capaz de suicidarme, y si lo hago, al menos allí, no moriré en vano, sino por amor... "Cuanto odio mi vida, a veces desearía estar muerto". En pocas palabras, vivo una auténtica pesadilla.
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